Envases: reto ecológico para la industria cosmética

 Foto: Igor Ovsyannykov/Pixabay 

En el segundo día de trabajos del XXV COLAMIQC en su edición virtual, Laura Busnelli, presidenta de Buplasa, empresa argentina especializada en el desarrollo de envases plásticos para la industria cosmética, dictó la ponencia “Panorama de los plásticos que genera la industria y el desafío de su recuperación”.

La cantidad de envases plásticos que produce la industria cosmética y de cuidado personal alrededor del mundo es, sin duda, uno de los retos más importantes en materia de sustentabilidad.

Entre los materiales utilizados en la industria, el plástico ocupa el 60% para su uso en envases. La razón es que se trata de un material inocuo, moldeable, versátil, y permite diseños de tapas para una fácil dosificación del producto.

Al ser un material opaco mantiene el producto inalterable a la luz. Los envases plásticos más resistentes a los golpes y caídas, y garantizan la inviolabilidad del producto. Comparado por ejemplo con el vidrio, es mucho más ligero. Una botella de vidrio de un litro de producto pesa 400 gramos, mientras que uno de plástico llega a pesar sólo 50 gramos.

“No sólo es menor cantidad de material, sino que en todo su transporte y logística consume menos combustible, con lo cual disminuye el dióxido de carbono y contribuye a la reducción del calentamiento global”, añadió Busnelli.

La especialista explicó que cada año el mercado global de cosméticos y de productos de cuidado personal crece 4%. Esta demanda creciente implica un mayor consumo de envases sobre todo de plástico, que en su mayoría no se recuperan. La guerra contra los plásticos que se ha desatado a nivel mundial, en opinión de Busnelli se debe a la mala gestión que se hace de ellos, porque si se recuperaran se podrían reciclar infinitas veces.

Los plásticos consumen 60% menos energía en todo su ciclo de vida, generan 80% menos de residuos sólidos urbanos y emiten 48% menos gases de efecto invernadero comparado con otros materiales sustitutos para envasar los productos cosméticos».

Para la directiva de Buplasa en el presente se requiere gestionar de mejor manera los residuos, trabajando en diversos ejes e involucrando a todos los actores del sistema, desde la industria del empaque y de cosméticos, hasta el consumidor y las autoridades de gobierno para poner en marcha políticas públicas encaminadas a recuperar estos plásticos.

Hacia el futuro, Laura Busnelli consideró que se debe transitar hacia una economía circular para que una vez que se ha consumido el producto, los envases se recuperen y se integren de nuevo al ciclo.

Para ello, dijo, la industria debe trabajar en el ecodiseño de sus productos, analizando su impacto en todo el ciclo de vida del producto, desde que se concibe hasta que concluye su vida útil.

“En el ecodiseño es importante adoptar medidas que faciliten el ingreso de estos plásticos a la economía circular, y ver de qué manera el consumidor puede disponer de esos plásticos para que el material pueda llegar a una empresa recicladora”, mencionó.

Otro punto clave al diseñar un producto es la reducción de la cantidad de plástico a utilizar, y considerar envases que sean reutilizables o que se puedan rellenar. También se puede utilizar bioplásticos para crear nuevos productos porque a decir de Busnelli, estos son los materiales del futuro.

En el desarrollo de envases cosméticos también se sugiere utilizar un sólo tipo de material o de plástico, porque esto facilita su recuperación y posterior reciclaje.