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    Evolución de la industria de los perfumes

    Evolución de la industria de los perfumes

    La evolución de la industria de los perfumes se ha dado a los largo de la historia de la humanidad, acompañando a las personas en su día a día. Desde los tiempos prehistóricos, hasta el desarrollo de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, se ha disfrutado de esta joya cautivadora.

    I PARTE


    Autores: M en Mkt Essi Sannamari Kurkisuo, coordinadora de Mercadotecnia; Enrique de la Rosa, perfumista sénior, Bell Flavors & Fragrances


    Las fragancias se han desarrollado de manera fascinante desde los principios del descubrimiento y la creación de los aromas. Sin embargo, su esencia sigue siendo única, creando recuerdos y abrazando la personalidad de quienes disfrutan de estos acordes olfativos.

    Un paseo a través de la historia del perfume

    La evolución de la industria de los perfumes comenzó cuando, en los tiempos prehistóricos, la humanidad utilizó maderas aromáticas para desprender olores agradables y mejorar el sabor de los alimentos. Las sustancias aromáticas desempeñaron un papel esencial a través de dos tipos de prácticas: la colocación de plantas aromáticas en una fuente de calor; y el uso de aceites perfumados.

    Los hombres solían quemar maderas, resinas, especias y frutos para honrar y acercarse a sus dioses. Con el tiempo, los preparados se volvieron más versátiles con el uso de ingredientes como bayas de enebro, fenogreco y pistache. Estas prácticas antiguas dieron inicio a la palabra perfume, que proviene de la frase latina Per fumus, que significa ‘a través de humo’.

    Entre Mesopotamia y Egipto

    Se dice que en Mesopotamia cerca del año 1200 A.C. Tapputi y Ninu fueron las primeras perfumistas de la historia; sin embargo, se considera a los egipcios como la primera civilización en conformar la industria de los perfumes. Ellos creían que el cuerpo y el espíritu vuelven a unirse en una segunda vida.

    Es por eso que, en los tiempos del antiguo Egipto, los perfumes se utilizaban tanto en rituales religiosos y purificadores como en óleos funerarios y la momificación. Los bálsamos y aceites se aplicaban sobre la piel sana o herida, dependiendo de su uso cosmético o terapéutico.


    Macrotendencias aromáticas en cuidado personal y del hogar


    Adicionalmente, las mujeres los usaban en sus rituales amorosos y para rejuvenecer su apariencia. Cleopatra, una de las mujeres más reconocidas de la historia, utilizaba aceites aromáticos con extractos florales como rosas, violetas y azafrán, con los que impregnaba su cuerpo.

    Los perfumes en Grecia

    Los griegos continuaron las prácticas egipcias propiciando la evolución de la industria de los perfumes y, enriqueciendo el abanico de productos perfumados. Eran amantes de las fragancias y las utilizaban en cualquier momento del día por higiene o por placer. Además, diseñaron los primeros frascos cerámicos para guardar perfumes. Como parte de sus rituales funerarios, los cuerpos se enterraban con objetos personales, entre ellos el indispensable frasco de perfume.

    Imperio Romano en el desarrollo de la industria perfumera

    Los romanos fueron seducidos por las costumbres, el arte y los perfumes de los griegos. Utilizaban perfumes tanto para usos religiosos y funerarios, como para prácticas diarias. Para ellos, los perfumes disponían de virtudes medicinales. Por eso los vendedores de perfumes usualmente eran farmacéuticos o médicos.

    Con la caída del Imperio Romano, la perfumería atravesó por tiempos retadores. Fue hasta el siglo XII cuando continuó la evolución de la industria de los perfumes por los intercambios comerciales y la fundación de las universidades. Entonces se redescubrieron las virtudes higiénicas y seductoras de las fragancias. Así comenzaron a popularizarse los baños aromáticos con aguas de flores.

    Durante esta época también apareció un nuevo recipiente: ‘la pomadera’, que permitió liberar el perfume mediante sus adornos. Se creía que inhalar el perfume de una pomadera tenía beneficios terapéuticos contra las epidemias y otras condiciones.

    De la Edad Media a la Ilustración

    En la segunda parte del siglo XIV se introdujeron los perfumes líquidos a base de alcohol y aceites esenciales que, además de su poder farmacéutico, aportaban beneficios al disminuir olores corporales. En el siglo XVII, las aguas aromáticas comenzaron a aplicarse en pelucas y guantes.

    Años después, en el siglo de la Revolución Francesa, los perfumes tuvieron una presencia más fuerte en conjunto con los vinagres de tocador —a los que se les atribuía una acción desinfectante— que acompañaron el día a día de las personas.

    Sin embargo, en el siglo XVIII la verdadera revolución olfativa fue el agua de Colonia, que inicialmente estaba compuesta de nerolí, romero, bergamota y limón. Se utilizaba de diversas maneras, aplicándola durante el baño, en el vino y hasta como lavado bucal.

    El siglo XIX y la industrialización de los perfumes

    El siglo XIX trajo consigo grandes avances en la evolución de la industria de los perfumes que todavía se ven reflejados en la actualidad. Las fragancias crecieron en popularidad, se convirtieron en productos de lujo y su uso fue altamente recomendado.

    Las prácticas de la perfumería se expandieron de Italia a España y Francia. La ciudad Grasse se convirtió en el mayor productor de materias primas de origen vegetal. Esto debido a su clima ideal, que favoreció las cosechas de sus reconocidos cultivos de jazmines, violetas y rosas.

    En este siglo el perfume entró en la era industrial. El nacimiento de la química orgánica permitió la creación de ingredientes aromáticos que no existen en estado natural.

    La era de la fragancia moderna

    A finales del siglo XIX comenzó a cambiar la percepción del perfume. Además de la fragancia, otros elementos se convirtieron en esenciales: el frasco, el empaque y la publicidad alrededor del producto. Es por eso que los perfumistas comenzaron a colaborar con vidrierías, grafistas y publicistas reconocidos. Nacieron grandes marcas que empezaron a cambiar la dirección de la historia del perfume.

    Una de las marcas que significó un parteaguas en la evolución de la industria de los perfumes fue Chanel N°5, lanzada por Coco Chanel. Se convirtió en el primer perfume con aldehídos, notas florales de rosa y jazmín mezcladas con un toque sensual de almizcle y vainilla. Su aroma reflejaba un gran cambio en la mentalidad de la sociedad, cuando las mujeres comenzaron a romper los estereotipos de la época para expresar su libertad.

    Años adelante, la perfumería siguió evolucionando y reflejando los valores de la cultura y la sociedad. Los años 50 fueron marcados por el auge de la cultura pop; los 60 presenciaron un mayor desarrollo de fragancias masculinas y fragancias naturales.

    Los años 80 fue una época en la que la evolución de la industria de los perfumes vio el empoderamiento de la mujer a través de fragancias expansivas. En los 90, las fragancias se volvieron más minimalistas y transparentes, con notas ozónicas que evocaban agua y aire.

    El inicio del año 2000 trajo consigo una mezcla de contrastes: por un lado, fragancias inspiradas en celebridades; por otro, fragancias ‘Indie’ para gustos más exigentes de mercados de nicho.

    Enrique de la Rosa, perfumista sénior en Bell Flavors & Fragrances de México*, comparte su punto de vista sobre la evolución de los perfiles olfativos en la perfumería, a partir de su trayectoria en la industria:

    • Las modas en perfumería se comportan de una manera cíclica y se reactivan cada cierto tiempo.
    • En la perfumería femenina las fragancias frutales y ozónicas han sido los perfiles que más han crecido en los últimos años. Antes los acordes protagonistas eran aquellos con notas florales y sensuales. 
    • En las fragancias masculinas se observa un mayor crecimiento de perfiles ozónicos. Estos contrastan con los perfiles amaderados, almizclados y resinosos de antes.
    • Las fragancias inspiradas en el sex appeal —que resaltan las notas animálicas y almizcladas— han tenido una mayor relevancia en los últimos años, en comparación con las fragancias elegantes y sensuales.
    • Los perfiles más clásicos de las fragancias femeninas y masculinas suelen estar más definidos por el género. Sin embargo, en las fragancias más modernas la diferencia es más tenue. Existe una gama cada vez más amplia de fragancias unisex.
    • Las notas cítricas están tomando un mayor protagonismo en la categoría. El aumento de la temperatura en varias regiones del mundo hace que los consumidores se decanten por perfiles chispeantes que evocan frescura y limpieza.

    Continuará…


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