La cosmética personalizada ofrece soluciones cada vez más prácticas y eficientes debido al uso de herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial. El análisis virtual de la piel o el cabello, a partir de una selfie, permite recomendar productos y rutinas de belleza a la medida.
La piel y el cabello son el lienzo y el marco de cualquier persona. Las mujeres, sobre todo, comienzan a cuidarlos desde la adolescencia y continúan a lo largo de su vida. Sin embargo, hoy los hombres también entran en el juego, cada día están más preocupados por el aspecto personal. Incluso cada vez más caballeros utilizan cosméticos como parte de la nueva masculinidad.
En este sentido, categorías como cosméticos, cuidado de la piel y cuidado del cabello están mostrando interesantes señales de crecimiento. Se espera que el mercado global de productos para el cuidado de la piel crezca 4.6% en valor y 4% en volumen entre 2018 y 2025.
Mientras tanto, cuidado del cabello tenía un valor de 18,000 millones de dólares a nivel global en 2017; y se prevé que alcance los 26,000 millones de dólares para 2026. Finalmente, la categoría de cosméticos mostraba un valor de 380,000 millones de dólares en 2019; y se estima que supere los 463,000 millones de dólares en 2027. Este crecimiento se debe en gran medida a la preocupación de las nuevas generaciones por el bienestar integral. Y en él se incluye el cuidado de la piel y el cuidado del cabello.
Tecnología mejora la experiencia de compra
Los jóvenes están más dispuestos a invertir en salud y en productos que beneficien el aspecto físico. Sin embargo, la pregunta es: ¿Conocen realmente el estado de su piel y cabello?; Y en consecuencia ¿le dan a estos los cuidados adecuados?
Juan Oliva, VP global de Mercadotecnia en Revieve, startup finlandesa de experiencias digitales, asegura que la mayoría de las personas considera que sabe mucho de la condición de su piel y cabello. No obstante, señala que suelen estar equivocadas, y por ende no les dan los cuidados pertinentes.
“Nuestra plataforma revela que las arrugas son la preocupación número uno de los consumidores. Estas se mencionan 1.5 veces más que la siguiente inquietud. Detrás de las arrugas aparecen otros problemas de la piel como manchas, bolsas debajo de los ojos y enrojecimiento”, explica el especialista.
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Con base en esta información, Juan Oliva reconoce que “si bien las arrugas son lo que más preocupa a los consumidores, no están conscientes de la severidad de otros problemas que pudiera tener su piel. Y es algo que también sucede con el cuidado del cabello”.
El desconocimiento de las necesidades reales puede generar frustración en los consumidores. Y es que podrían estar comprando productos para la piel y el cabello que no van a dar los resultados esperados.
De tal manera que esto no sólo puede impactar a los consumidores, sino también a las marcas de productos de belleza y a los retailers. La razón es porque se genera una insatisfacción en la experiencia. Sin embargo, esto se puede resolver con la combinación de inteligencia artificial y una selfie.
Cosmética personalizada favorece a las marcas
Los avances tecnológicos ahora permiten a los consumidores tener una experiencia híperpersonalizada. Esto va desde el descubrimiento y la consideración de productos, hasta la compra de los mismos.
Hoy en día la tecnología hace posible un análisis virtual de piel y cabello para conocer múltiples características, por ejemplo, tipo, estado de salud, e incluso ubicación geográfica. Entre estos avances se encuentra el AI Skin Advisor y el AI Hair Advisor de Revieve. Este último ofrece una prueba digital para tintes capilares, similar a la que se hace para maquillaje.
Estas soluciones tecnológicas generan insights que pueden utilizarse en la cosmética personalizada. Y así brindar a los usuarios recomendaciones basadas en inteligencia artificial (IA).
Con las nuevas tecnologías las marcas tienen la posibilidad de ayudar a los consumidores a conocerse mejor. De tal manera que puedan tomar decisiones correctas en el cuidado de la piel y el cabello. Todo a través de la IA que hace diagnósticos a partir de una selfie.
“No sólo se trata de generar soluciones innovadoras, sino de escuchar a nuestros clientes para conocer sus dudas o inquietudes, incluso sus ideas erróneas. Si las marcas, por ejemplo, ayudan a los usuarios a saber que no tienen una piel grasa sino reseca, y sus recomendaciones resuelven el problema, entonces se convierten en marcas amadas, en las que la gente confía”, puntualiza Oliva.
Las marcas de belleza deben convertirse en un aliado para los consumidores. No sólo para mejorar la imagen, sino para ir al fondo y promover el bienestar que incluye la piel y el cabello. Las marcas deben coadyuvar al autoconocimiento físico de las personas para que se sientan tomadas en cuenta y así sean 100% leales.