Unilever invierte en robótica para agilizar procesos de I+D en cosméticos

Los avances en robótica han ayudado a Unilever a optimizar los procesos de investigación y desarrollo de nuevos productos cosméticos. En 2017 la multinacional de belleza, en colaboración con la Universidad de Liverpool y Research England, fundó la Materials Innovation Factory (MIF).

Esta fábrica se compone de más de 36,000 metros cuadrados, y hoy registra la mayor concentración de robots que realizan química de materiales a nivel mundial. “El propósito de la MIF es crear una comunidad de futuros líderes en investigación”, aseguró Samantha Samaras, directora de Ciencia y Tecnología, Belleza y Bienestar y Cuidado Personal de Unilever.

“Nuestra asociación aquí nos permite aprovechar las mejores mentes y recursos en robótica. Esto fortalece nuestras capacidades para impulsar la innovación y crear productos con un rendimiento superior”, destacó Samantha Samaras.

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Robots en acción

Tres de los principales robots de la MIF son Ariana, Shirley y Gwen. Ariana es un robot que prepara múltiples muestras de fibra capilar en segundos. Los mechones se utilizan en investigación y pruebas para el desarrollo de productos para cuidado del cabello.

La línea Dove’s Intensive Repair fue desarrollada con la colaboración de Ariana. Con este producto, Unilever logró patentar la tecnología Fibre Repair Actives que ayuda a reconstruir las fibras capilares internas, reduciendo el quiebre y reparando desde dentro.

Shirley es la encargada de lavar y acondicionar el cabello imitando los métodos humanos, pero de una manera más rápida. Es capaz de analizar 120 muestras de cabello cada 24 horas. Enjuga, desenreda y seca las muestras con secadora para que los investigadores analicen diferentes fórmulas de productos capilares. 

A partir del trabajo de Shirley, se desarrolló Tresemmé’s Colour Radiance Booster. Este producto protege la superficie del cabello, fija los matices en las fibras capilares para mantener el color con un aspecto más fresco durante más tiempo.

La tarea de Gwen consiste en medir y analizar la espuma, un atributo sensorial que es importante para los consumidores. Es común que la cantidad, calidad y tipo de burbujas y espuma se asocie con el rendimiento del producto. La espuma también se utiliza para agregar ingredientes funcionales.

Inteligencia artificial 

Además de los robots, en la MIF se utiliza la inteligencia artificial (IA) para procesar grandes cantidades de datos y convertirlos en nuevos productos. Un ejemplo de esto es el lápiz labial vegano Hourglass Confession Red Zero. 

Para formular un labial rojo se requiere triturar más de 1,000 escarabajos por cada producto. En contraste, usando IA se realizaron combinaciones de colores para conseguir el rojo. Sin esta tecnología esas combinaciones habrían requerido de millones de experimentos físicos para poder replicar ese color. 

Entre 2020 y 2022, se registraron más de 200 patentes, según la MIF, y en los últimos tres años, Unilever ha invertido en robótica en este centro de innovación más de 100 millones de euros. En la MIF se desarrollan nuevos productos para las marcas de belleza y bienestar de Unilever, pero también para su división de cuidado del hogar.