La empresa multinacional, Merck, abrió una segunda línea para la producción de pigmentos de efecto a base de sílice en su planta de Gernsheim, en Alemania. La ampliación tiene como objetivo cubrir la creciente demanda de los mercados de cosméticos y de automóviles.
De acuerdo con la compañía, las nuevas instalaciones requirieron de una inversión cercana a los 28 millones de euros. Con esta infraestructura aumentará de manera significativa la fabricación de los pigmentos Colorstream® y Xirona®.
Planta de Henkel en México, reconocida por avances tecnológicos
Lindal Group inaugura planta en Brasil
“Los pigmentos a base de sílice proporcionan un cambio de color único según el ángulo de observación. Adicionalmente cumplen con múltiples requisitos técnicos, como la capacidad de resistir los estragos del clima y los rayos UV”, comentó Jeff White, director de Soluciones de Superficie en Merck.
Asimismo, señaló que debido a sus efectos especiales, “estos pigmentos son excepcionalmente bien recibidos por nuestros clientes de sectores como el de cosméticos o automotriz , pues cumplen con las tendencias imperantes en el mercado”.
La planta de Gernsheim es la productora de pigmentos de dióxido de silicio más grande que Merck tiene en el mundo. En ella laboran alrededor de 750 personas. Además de fortalecer la manufactura de pigmentos, esta inversión robustece la unidad de negocios Surface Solutions de la compañía.
Hoy en día Merck participa en los sectores de la salud, las ciencias biológicas y la electrónica. Tiene operaciones en 66 países y cuenta con una plantilla de 58,000 colaboradores. En 2020 generó ventas por alrededor de 17,500 millones de euros.