En alianza con la compañía BioMeca, Gattefossé desarrolló un microtejido cutáneo 3D para imitar in vitro un tejido similar a la piel humana para evaluar la eficacia de sus ingredientes.
Uno de los principales problemas de la piel humana es que con la edad pierde elasticidad y provoca la flacidez. Las fibras elásticas dérmicas son las responsables de la elasticidad, pero su funcionalidad disminuye con el paso del tiempo, así que resolver esto es una de las estrategias clave de los productos cosméticos antienvejecimiento.
Hasta ahora, la manera de probar la eficacia de esos productos para combatir la pérdida de la elasticidad ha sido mediante sustitutos de la piel creados por bioingeniería en 3D, sin embargo, son modelos defectuosos para estudiar la elasticidad.
Esa es la razón por la que Gattefossé y BioMeca se dieron a la tarea de desarrollar microtejido cutáneo 3D, llamado esferoide, para imitar in vitro un tejido, que simula las propiedades elásticas de la dermis.
Con este modelo 3D se probó la eficacia de EleVastin™, un nuevo ingrediente activo que busca contrarrestar la flacidez de la piel y que se lanzará el próximo primero de abril. El modelo permite medir la densidad de las fibras elásticas y las propiedades elásticas de la piel in vitro.
Nicolas Bechetoille, jefe de Investigación en Biología de la Piel en Gattefossé, explicó que se aliaron con BioMeca porque carecían de la experiencia en biomecánica funcional para validar su modelo.
BioMeca se ha centrado en ofrecer a las industrias farmacéutica y cosmética tecnología para comprender los mecanismos de acción de los ingredientes activos, productos terminados y moléculas terapéuticas utilizando tecnología de vanguardia.
“Caracterizar modelos biológicos se está convirtiendo en un desafío para evaluar nuevas fórmulas o ingredientes activos con el objetivo de restaurar o mantener la integridad de la piel (…)
«Con medición mecánica topográfica, cuantificación nanomecánica cuantitativa y caracterización de tejidos, la experiencia de BioMeca representa una clave para explorar las propiedades elásticas de los modelos de piel y abre una nueva puerta para el cuidado de la piel”, aseguró el cofundador de BioMeca, Julien Chlasta.
Gattefossé explicó en un comunicado la manera en que funciona el modelo, donde los esferoides 3D aprovechan la capacidad de las células para secretar su propia matriz extracelular y recrear su propio microambiente. Con ello, se pueden producir cientos de micro-tejidos 3D en pocos días utilizando solo fibroblastos dérmicos.
Después, mediante microscopía de fuerza atómica (AFM) se mide el módulo elástico y se visualizan las fibras elásticas con microscopía de formación de imágenes de segunda generación (SHG).
Gattefossé y BioMeca demostraron que el microtejido esferoide 3D es un modelo confiable, que comprende una red de fibras elásticas densa y madura lo suficientemente extensa como para imitar la mecánica elástica dérmica in vitro.