Empresas piden a ONU tratado contra contaminación plástica

Más de 70 empresas globales pidieron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establecer un tratado en torno a la contaminación plástica. Además solicitaron que sea vinculante legalmente.

Entre las empresas firmantes del sector de cuidado personal y del hogar se encuentran Beiersdorf, Colgate-Palmolive, Henkel, L’Oréal, P&G, Unilever, Essity y Werner & Mertz. También están otros grandes conglomerados como The Coca-Cola Company, Nestlé y Pepsico.

“Solicitamos a la ONU un tratado ambicioso con un enfoque en la economía circular para abordar la contaminación por plástico a escala mundial”, dice la carta dirigida a la Organización. Esto previo a la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5.2) que se realizará en Nairobi, del 28 de febrero al 2 de marzo.

Las empresas consideran que “estamos en un momento crítico” para que la ONU impulse un ambicioso tratado colaborativo que atienda la contaminación plástica. Y de esta manera buscar soluciones sistémicas que aceleren la transición a una economía circular a nivel mundial.

En el documento se asegura que existe el respaldo de dos tercios de los Estados miembro de la ONU (alrededor de 150 países). Por ello, señala que las condiciones están dadas para iniciar las negociaciones intergubernamentales en torno al nuevo tratado.

La carta también enfatiza que el tratado “requiere que los gobiernos se alineen con las medidas regulatorias que cubren todo el ciclo de vida de los plásticos. De tal manera que no se limiten las negociaciones sólo a los desafíos de la gestión de desechos”.

Es por eso que invitan a los Estados miembro a establecer un Comité de Negociación Intergubernamental en la UNEA 5.2. Y que su creación permitiría desarrollar un tratado internacional ambicioso y legalmente vinculante.

Un tratado enfocado en la economía circular

En la carta se anticipa que el tratado debe incluir políticas upstream y downstream para mantener los plásticos en la economía y lejos del medio ambiente. Además debe reducir la producción de plásticos vírgenes y desvincular la producción de plásticos derivados de recursos fósiles.

También se espera marcar una dirección clara para alinear a gobiernos, empresas y sociedad civil en el combate a la contaminación por plásticos. Esto conlleva implantar un enfoque común para solucionar el problema.

El documento menciona que el tratado debe proporcionar una estructura de gobernanza sólida para garantizar la participación y el cumplimiento de los países. Así es que debe contemplar definiciones comunes y estándares armonizados aplicables a todos.

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Asimismo, las empresas firmantes exponen a la ONU que la contaminación plástica es un problema transfronterizo que requiere de una urgente y coordinada respuesta internacional.  

El documento destaca que una economía circular de los plásticos permitirá hacer frente al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad. Al mismo tiempo que esta generará impactos sociales y económicos positivos.

Unilever, una de las empresas firmantes, dijo que lo que impide avanzar en el combate a la contaminación plástica no es la falta de soluciones técnicas, sino la falta de marcos regulatorios, modelos comerciales y mecanismos de financiamiento adecuados.

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