Autores: Doctora en Biología Laury Blambert, encargada de Reportes Científicos; Bioquímica Gabrielle Moro, directora de Marketing & Business Development, Laboratorios CODIF Technologie Naturelle
Las poblaciones microbianas que viven en la superficie de la piel son importantes en su función de barrera. La perturbación de la microbiota de la piel, también denominada ‘disbiosis’, es responsable de muchas afecciones cutáneas. Por lo tanto, reequilibrar la microbiota es importante para la salud de la piel.
En este artículo nos centraremos en el acné y la caspa, dos trastornos cutáneos comunes asociados a la disbiosis. También presentaremos dos ingredientes activos para reequilibrar las proporciones entre poblaciones microbianas específicas y sus efectos positivos.
La piel alberga en su superficie una enorme diversidad de microorganismos que constituyen un ecosistema complejo. Se calcula que la microbiota cutánea de un adulto se compone en una media de 1 billón de bacterias.
La microbiota cutánea varía cuantitativa y cualitativamente de un individuo a otro, pero también en función de la edad, el lugar del cuerpo, el sexo, el sistema inmunitario y ciertos factores fisicoquímicos como la humedad, el pH y la temperatura.
En resumen, cada entorno cutáneo ofrece un ‘medio de cultivo’ específico que favorece el crecimiento de determinados microorganismos1. Por ejemplo, los entornos sebáceos suelen estar dominados por especies lipofílicas de Propionibacterium, mientras que en los entornos húmedos predominan especies como Staphylococcus y Corynebacterium2.
Balance de la microbiota cutánea, esencial para la salud de la piel
La mayoría de los microorganismos que habitan la piel son inofensivos o benéficos, y la microbiota forma parte de la barrera cutánea. Al combinarse con la inmunidad innata forman un delicado equilibrio necesario para mantener la piel sana.
Los microorganismos residentes de la piel desempeñan una función importante en la protección contra los patógenos invasores, ya que colonizan diferentes zonas de la superficie cutánea que, de otro modo, quedarían disponibles para los microbios dañinos3.
Sin embargo, esta interacción equilibrada entre el huésped y las poblaciones bacterianas residentes se ve continuamente afectada por factores intrínsecos o extrínsecos que pueden alterar la composición de la microbiota cutánea.
Los cambios en la composición, e incluso en las proporciones de las comunidades microbianas que colonizan la piel, pueden deteriorar la barrera cutánea. De hecho, varios estudios han demostrado que un desequilibrio de la microbiota cutánea puede estar relacionado con trastornos de la piel como psoriasis, dermatitis atópica, rosácea o acné4.
Acné asociado a la disbiosis bacteriana
El acné común es una enfermedad inflamatoria de la unidad pilosebácea. Esto origina una producción excesiva de sebo y la aparición de comedones, pápulas, pústulas y ocasionalmente nódulos. El acné afecta principalmente a los adolescentes, aunque, en los últimos años, su prevalencia e incidencia han aumentado en adultos, especialmente entre las mujeres5.
Las bacterias Staphylococcus epidermidis y Propionibacterium acnes (recientemente rebautizada Cutibacterium acnes) son los residentes predominantes en los epitelios humanos, donde viven en estrecha proximidad.
También se ha demostrado que S. epidermidis y P. acnes interactúan entre sí: S. epidermidis puede, por diferentes mecanismos, inhibir la proliferación de P. acnes. Así, S. epidermidis parece participar en el equilibrio de la microbiota, lo que conlleva una piel sana6.
Investigaciones recientes indican que las zonas de la piel con acné se caracterizan por una disminución del número de S. epidermidis y una sobrecolonización por P. acnes6, 7. En este contexto, reequilibrar la relación S. epidermidis / P. acnes ayudaría a regular el crecimiento de P. acnes y a mejorar el estado de la piel.
Con esta perspectiva, los laboratorios CODIF han desarrollado un postbiótico marino. Este ingrediente activo contribuirá a reequilibrar la microbiota cutánea. De este modo mejorará el estado de la piel en pacientes con acné moderado.
EPS Seapur reequilibra la microbiota de la piel
El postbiótico marino, EPS Seapur, se probó durante cuatro semanas en un grupo de mujeres que padecían acné moderado. Se tomaron muestras de la microbiota de la piel de las voluntarias antes y después del tratamiento con postbiótico marino.
Con base en los resultados, parece que el postbiótico marino puede considerarse un ingrediente activo respetuoso con la microbiota de la piel. De hecho, a nivel de las especies, las huellas de la microbiota antes y después de las cuatro semanas de tratamiento son muy similares (Figura 1).
El respeto del paisaje bacteriano es una propiedad importante, ya que a menudo se ha demostrado que los productos cosméticos están implicados en la alteración de la microbiota cutánea8.
A continuación, observamos las dos especies predominantes, S. epidermidis y P. acnes, vemos que el tratamiento con EPS Seapur mejora la relación S. epidermidis / P. acnés (Figura 2).
La proporción se incrementa en un +13%, lo que indica una acción a favor de S. epidermidis. Las evaluaciones clínicas realizadas por un dermatólogo demostraron un efecto positivo del postbiótico marino en las imperfecciones cutáneas causadas por el acné.
Tras cuatro semanas de tratamiento, el número de lesiones de acné disminuyó en un -23% (p<0,05) y el enrojecimiento de las lesiones disminuyó en un -20% (p<0,1). Al final del tratamiento, el 20% de las voluntarias ya no tenían lesiones.
Las evaluaciones clínicas también mostraron una mejora de la calidad de la piel tras el tratamiento con EPS Seapur: la textura de la piel mejora en un +5,5% y la complexión de la piel en un +11%.
En la Figura 3 se ilustran los efectos benéficos del tratamiento. Además de estos resultados, los experimentos in vitro realizados en epidermis humana reconstruida pusieron de manifiesto un efecto positivo del postbiótico marino en la función de barrera de la piel (datos no presentados aquí).
Desequilibrio en las poblaciones bacterianas y fúngicas del cuero cabelludo con caspa
La caspa es un trastorno crónico común del cuero cabelludo que se caracteriza por la descamación del mismo, acompañada de picor e irritación. La caspa puede estar asociada a muchos factores, incluidos los propios al huésped y a los microorganismos residentes.
Hay una aceptación casi universal de que la colonización del cuero cabelludo por especies de Malassezia tiene un papel importante en el desarrollo de la caspa. Sin embargo, hay estudios recientes que señalan que la caspa del cuero cabelludo está asociada a un desequilibrio en la proporción de la población principal de bacterias y hongos9, 10, 11.
El cuero cabelludo se diferencia del resto de la piel del cuerpo por tener un número muy elevado de folículos pilosos. También por la presencia de numerosas y voluminosas glándulas sebáceas, y por poseer una comunidad biótica específica.
Los principales colonizadores bacterianos son Propionibacterium acnes y Staphylococcus epidermidis. El primero se ha asociado a un cuero cabelludo sano, mientras qu el segundo a un cuero cabelludo con caspa.
Por lo tanto, los cueros cabelludos sanos se asocian con una proporción elevada de P. acnes / S. epidermidis en comparación con los cueros cabelludos con caspa 10. El componente fúngico está representado casi exclusivamente por especies lipofílicas pertenecientes al género Malassezia, e incluye M. restricta y M. globosa.
La caspa se asocia con una mayor cantidad de M. restricta y una menor cantidad de M. globosa. Una proporción alta de M. globosa / M. restricta es característica del cuero cabelludo sano.
Capibiome, prebiótico contra caspa y picor del cuero cabelludo
Los laboratorios CODIF han desarrollado Capibiome, un activo/complejo prebiótico para la caspa y el picor del cuero cabelludo. Este complejo prebiótico es una combinación de distintos ingredientes. Por un lado ayuda a calmar los cueros cabelludos secos y sensibles; y por otro, a proporcionarles una variedad de nutrientes para garantizar la biodiversidad y el equilibrio de la microbiota.
Ha sido probado durante cuatro semanas en un grupo de mujeres que presentaban un cuero cabelludo seco y sensible. Capibiome puede considerarse un ingrediente activo respetuoso con la microbiota al no generar ningún impacto visible en la diversidad y composición (Figura 4). Las especies bacterianas dominantes de la microbiota del cuero cabelludo –antes y después del tratamiento con el complejo prebiótico– son P. acnes y S. epidermidis.
Como se esperaba, antes y después del tratamiento, el componente fúngico del cuero cabelludo está ampliamente dominado por especies de Malassezia (96% del número total de las secuencias en D0 y 98% después de cuatro semanas de tratamiento).
Antes y después del tratamiento con el complejo prebiótico, se observan perfiles generales similares: M. restricta es la especie fúngica dominante, y M. globosa está presente en menor medida. Un análisis más detallado, centrado en estas cuatro especies dominantes, permite destacar un efecto de Capibiome sobre la microbiota del cuero cabelludo.
El producto aumenta tanto la relación P. acnes/S. epidermidis como la relación M. globosa/M. restricta, respectivamente, en un +5% y un +50% (Figura 5). Estos resultados favorecen la reducción de la caspa, lo que queda confirmado en los resultados de la evaluación clínica del estado del cuero cabelludo realizada en las voluntarias.
Después de cuatro semanas de tratamientos con el complejo prebiótico, se observa una disminución significativa de la descamación: un -52% de media (p<0,001), y hasta el 100% en algunos casos.
Las evaluaciones clínicas también revelaron un impacto positivo del tratamiento en el estado global del cuero cabelludo (Pueden visualizarse en la Figura 6). El cuero cabelludo queda significativamente aliviado al cabo de cuatro semanas de uso de Capibiome: el picor y el escozor quedan reducidos en -59% y -78%, respectivamente (p<0,001), y en algunos casos hasta en un 100%.
Conclusión
El equilibrio de la microbiota cutánea parece ser determinante para la salud de la piel. Aunque los mecanismos que conducen a la disbiosis no siempre están claramente identificados, el reequilibrio del ecosistema es una estrategia interesante para mejorar los trastornos de la piel.
Aquí presentamos dos principios activos respetuosos con el medio ambiente que actúan en colaboración con la microbiota para devolver a la piel y al cuero cabelludo sus condiciones ‘saludables’.
Referencias
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