Lo ingredientes exfoliantes sostenibles ahora no sólo buscan mejoran la salud y lozanía de la piel, sino también reducir el impacto ambiental. La industria cosmética ha dejado atrás los microplásticos para dar lugar a exfoliantes físicos y químicos biodegradables.
Sin duda, la piel es uno de los primeros órganos del cuerpo que resiente las agresiones de los agentes ambientales. La inflamación, el enrojecimiento, la pigmentación, la seborrea o la caspa, son algunas respuestas inmunológicas a tales ataques. De ahí la importancia de eliminar las células muertas mediante la limpieza diaria.
Cabe decir que las células muertas —llamadas células córneas o corneocitos— se encuentran en el estrato córneo, la capa más superficial de la epidermis. Estas se van desprendiendo de manera progresiva. Y cada 45 días, aproximadamente, células nuevas migran a la superficie como parte de un proceso llamado descamación.
La capa córnea se denomina zona de barrera de la piel porque actúa como un dique. Su función es evitar la pérdida de agua y proteger contra múltiples peligros ambientales, que van desde gérmenes hasta sustancias químicas nocivas.
Cuando la capa de barrera se altera, la eficacia de la piel como cubierta protectora disminuye considerablemente. De tal modo que la mayoría de los contaminantes pueden atravesar con facilidad las capas inferiores de la epidermis celular.
Mantener en equilibrio la zona de barrera puede ayudar a tener una piel elástica, un tono uniforme, los poros pequeños y una textura suave. Algunas acciones complementarias son la ingesta de vegetales ricos en antioxidantes, beber agua, dormir bien, no fumar, controlar el estrés y ejercitarse. También evitar la exposición solar prolongada y realizar una exfoliación a la semana.
Funciones de la exfoliación
La exfoliación es un proceso de descamación que involucra la pérdida controlada de varias capas de la piel. Esto le da a las células la capacidad de mejorar sus procesos para mantener un equilibrio en la síntesis de colágeno y elastina. La limpieza profunda que proporciona la exfoliación elimina suciedad y bacterias, aumenta el flujo sanguíneo y mantiene el tono de la piel.
Existen dos procesos de exfoliación:
- Exfoliación física o mecánica
- Exfoliación química o enzimática
Exfoliación física o mecánica
También se le conoce como ‘microdermoabrasión’, se realiza en la epidermis y puede ayudar a mejorar las funciones de la dermis. Para llevarla a cabo se requiere de partículas abrasivas dispersas en gel o emulsión, jabón sólido o líquido.
No obstante, si las partículas exfoliantes son muy abrasivas, pueden causar lesiones en la piel como enrojecimiento o pequeñas heridas. Por lo tanto, el tamaño de partícula que se elija debe ser diferente para productos corporales y faciales.
Exfoliación química o enzimática
A esta se le denomina también ‘peeling’, y consiste en la aplicación de un producto en forma de gel, crema o loción a fin de penetrar en la epidermis y dermis para disminuir alguna lesión superficial o profunda de la piel.
La exfoliación química o enzimática ayuda al tratamiento de problemas específicos como acné, cicatrices, hiperpigmentación o arrugas profundas. El tipo de piel y el tiempo que permanece el producto en la zona cutánea, son factores importantes para la eficacia del procedimiento.
Dentro de la exfoliación química existe una clasificación determinada por el nivel de profundidad a la que actúa. Los parámetros parten del tipo de lesión que se tratará: muy superficiales (alcanzan sólo el estrato córneo y la capa basal / Figura1); intermedios (dermis papilar); profundos (dermis reticular / Figura2).
Exfoliantes mecánicos sostenibles
Años atrás, los exfoliantes mecánicos más populares en cosmética y cuidado personal eran los microplásticos derivados de polietileno. Sin embargo, su difícil degradabilidad y reciclaje provocaron serios problemas ambientales, por lo que fueron prohibidos.
Frente a la protección del medio ambiente y de la salud, los fabricantes de ingredientes cosméticos también se han enfocado en el desarrollo de exfoliantes sostenibles para el cuidado de la piel. Así, en el mercado ha aumentado la oferta de este tipo de ingredientes.
Microcrystalline cellulose
La empresa japonesa especializada en celulosas, Daito Kasei, desarrolló esta celulosa microcristalina para formulaciones con amplio rango de pH. Además de ser estable al calor, es compatible con pigmentos, alcoholes, espesantes acrílicos y derivados de celulosa.
Esta Microcrystalline cellulose puede considerarse parte de los exfoliantes sostenibles, y es distribuida en México por Noregal. El ingrediente ofrece diferentes tamaños de partículas (200 micrones, 500 micrones y 700 micrones).
Asimismo, brinda propiedades esféricas, inodoras, biodegradables y renovables. Se pueden formular geles faciales y corporales, jabón sólido, gel de ducha corporal y cremas exfoliantes.
Macadamia ternifolia shell powder
Southern Cross Botanicals es una filial de Lucas Meyer Cosmetics y se enfoca en la producción de ingredientes derivados de plantas nativas de Australia.
La compañía desarrolló un polvo fino exfoliante derivado de macadamia (INCI: Macadamia ternifolia shell powder). El producto remueve las células muertas, por lo que ofrece una limpieza profunda. El tamaño de partícula va de 50 a 100 micrones.
Las aplicaciones cosméticas contemplan exfoliantes faciales, geles de limpieza, mascarillas, shampoo exfoliante, jabón de barra y exfoliante para manos y pies. Se usa en una concentración de 0.5-5.0%.
Quartz powder
Es un exfoliante mineral a base de cuarzo creado por Lessonia, una empresa de origen francés. El cuarzo se puede clasificar como uno de los minerales más energizantes de la naturaleza.
Debido a su alto nivel de abrasividad, el cuarzo proporciona una exfoliación precisa. Por ello promueve la regeneración de la piel al alisar la epidermis sin afectar la capa hidrolipídica.
Además, estos exfoliantes sostenibles aportan un toque de naturalidad y preciosidad a las formulaciones. Exhiben buena abrasividad y estabilidad, mientras que el tamaño de partícula va de 200 a 500 micrones. Con ellos pueden desarrollarse exfoliantes corporales y para manos y pies, a una concentración de 0.2-5%.
Juglans regia shell
La empresa Alban Muller lanzó al mercado un exfoliante biodegradable derivado de la nuez 100% vegetal, con un tamaño de partícula de 300 a 800 micrones. Entre sus aplicaciones cosméticas se encuentran exfoliantes corporales y faciales en crema y gel, a una concentración del 0.20-2%.
Exfoliantes químicos sostenibles
Las exfoliaciones químicas intermedias y profundas las realiza un especialista en una clínica dermatológica. Los principales problemas que trata son arrugas, cicatrices, manchas, hiperpigmentación o lifting.
Para atender tales padecimientos de la piel, se aplican soluciones concentradas de derivados de alfahidroxiácidos. Entre ellos ácidos glicólico, láctico, cítrico, málico y tartárico. En el caso de exfoliaciones superficiales, la concentración máxima permitida es de 10%.
Sin embargo, existen ingredientes más suaves para exfoliaciones químicas superficiales. Suelen ser exfoliantes sostenibles que se pueden aplicar de manera continua para obtener un peeling suave. Así las células muertas se eliminan de manera controlada y progresiva.
Beta hidroxiácido
La compañía francesa Odycea desarrolló un ingrediente activo derivado de un alga verde, cuya función es eliminar las células muertas. El ingrediente realiza esta función porque contiene betahidroxiácido (BHA, compuesto de ácido idurónico y glucorónico). Este proporciona una exfoliación enzimática suave.
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Conservantes naturales en cosmética
El nombre INCI de este exfoliante es Aqua/Water, Hydrolyzed Ulva Lactuca extract, sodium benzoate, potassium sorbate. Se recomienda para formular exfoliantes y cremas antiedad. También sérums anticontaminación y productos para cuidado solar, en una concentración de 1.0-3.0%.
Glycerin, Water, Microcitrus Australasica fruit extract
Southern Cross Botanicals también cuenta en su portafolio con un ingrediente exfoliante químico derivado de un árbol endémico de Australia. Es rico en ácido cítrico (AHAs), vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes.
Se caracteriza por incrementar la diferenciación de queratinocitos a corneocitos; disminuye las líneas de expresión y mejora la cicatrización de la piel. Se puede formular obteniendo buenos resultados a pH fisiológico de 5.5. Se sugiere para formular tratamientos antiacné, antiedad y para mejorar el tono de la piel a una concentración de entre 1-2%.
Water (and) Glycerin (and) Gluconolactone (and) Honey (and) Lactobionic Acid
Provital Group desarrolló un exfoliante enzimático derivado de la miel; contiene polihidroxiácidos biotecnológicos (ácido lactobiónico y gluconolactona); es 100% de origen natural y mantiene un suministro ético.
El hidroxiácido promueve una exfoliación progresiva que se traduce en una renovación suave de la piel. Es una alternativa al ácido glicólico, con un efecto queratolítico similar al de los alfahidroxiácidos, aunque sin sus efectos irritantes.
Dicho exfoliante ayuda a incrementar la producción de colágeno y ácido hialurónico. Además, fortalece la epidermis, hidrata, reduce la inflamación y previene el envejecimiento prematuro. Está diseñado para formular crema y gel exfoliante, jabones de ducha y lociones corporales hidratantes.
En conclusión, el uso de un exfoliante para microdermoabrasión, de un enzimático, o incluso de su combinación, dependerá de las necesidades de cada consumidor en cuanto a su funcionalidad. Los exfoliantes sostenibles están en tendencia, y con ellos pueden formularse productos minimalistas y naturales que cumplan con las expectativas del mercado.