La belleza upcycled es un esfuerzo de la industria cosmética por adoptar prácticas más sostenibles. Así, el upcycling consiste en procesar los desechos de industrias como la de alimentos a fin de extraer ingredientes activos y otras sustancias de alto valor.
Empresas del sector de belleza se han comprometido con diferentes iniciativas para reducir el impacto ambiental. Y una de ellas es el upcycling, práctica sostenible que consiste en transformar un desecho en un producto de mayor calidad y valor ecológico.
Para la industria, el upcycling se ha traducido en la recuperación de desechos, particularmente de alimentos, para convertirlos en ingredientes activos. Es quizá la fuente más grande de residuos y una de las más contaminantes. Se calcula que cada año se desperdician alrededor de 1,300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo. La recuperación de estos para darles un nuevo valor, es lo que ha hecho del upcycling una tendencia global.
“En términos de tendencias, así como en el mercado de la moda, en el de la belleza el upcycled o upcycling es un hot trend”, asegura Mariana Yamamoto, gerente de Marketing y Productos de Cuidado de la Piel de Chemyunion.
La compañía de origen brasileño adoptó el upcycling mucho antes de que se volviera una tendencia. Su ingrediente Ecoffea tiene más de 10 años en el mercado, se obtiene de los desechos del café verde y es rico en antioxidantes. Es por eso que estimula la regeneración cutánea para una piel más joven.
Ingredientes cosméticos reciclados al alza
En el mercado global los lanzamientos no paran. Basta ver que en las últimas ediciones de in-cosmetics Global los ingredientes upcycled se están premiando. En 2023, el ingrediente activo de Mibelle Biochemistry, CALMandrin, que se obtiene de cáscaras de mandarinas orgánicas, obtuvo el oro en la categoría de Mejor Ingrediente Activo.
Por su parte, CarbonWave recibió el bronce en la categoría Green Ingridient Award por SeaBalance 2000, un emulsionante obtenido del sargazo. Y el Rising Star Award fue para The Upcycled Beauty Company, que se enfoca en el aprovechamiento de residuos para convertirlos en ingredientes cosméticos.
En 2022, Wastar Pink Berry, de IFF-Lucas Meyer Cosmetics, se hizo con el premio Innovation Zone Active. Es un extracto de bayas rosas recuperadas de la fabricación de fragancias, rico en biflavonoides para calmar el cuero cabelludo irritado.
La empresa Nafigate Corporation obtuvo el Green Ingredient Award por su biopolímero Hydal PHA, un ingrediente upcycled, no tóxico y biodegradable para base de formulaciones como matriz polimérica. La plata de este premio fue para MelanoGray de Mibelle Biochemistry, un ingrediente que también se obtiene de los residuos de cáscaras de mandarinas orgánicas.
Esta expo es un indicador y marcador de tendencias. Y los lanzamientos de cada año evidencian que los principales proveedores ya cuentan con algún ingrediente alineado con la belleza upcycled. En su mayoría provienen de pulpas y cáscaras de fruta, semillas, arroz, café y derivados. Incluso de residuos de la propia industria como la de perfumería y la del papel.
Economía circular, artífice de la belleza upcycled
En el Directorio de Ingredientes Upcycled de la empresa The Upcycled Beauty, hay más de 70 compañías de todo el mundo con una oferta de este tipo de ingredientes. Incluyen los 100% upcycled, parcialmente upcycled, pendientes de certificación upcycled y los Upcycled Certified.
Algunos de esos proveedores son BASF, Laboratorios Expanscience, Givaudan, Symrise, Sensient, Gattefossé y Active Concepts. También figuran IFF, Ashland, Clariant, Dow, DSM, Eurofragance, JRS-J. Rettenmaier, entre otros.
“La belleza upcycled es una tendencia que surgió a partir de la economía circular que tiene exactamente esta idea de no generar residuos. Es la reutilización hasta simplemente degradarse con la tierra, esa es la idea de economía circular”, explica Mariana Yamamoto, de Chemyunion.
Añade que este tipo de ingredientes está en crecimiento porque va de la mano con la creciente demanda de ingredientes naturales y sostenibles. El upcycling se alinea con las creencias de los consumidores de adoptar un estilo de vida sostenible, de ahí que llegará a ser un estándar para la industria de la belleza.
Uno de los principales retos que la especialista percibe es la falta de vinculación entre las industrias que pueden aportar sus residuos para que otras las aprovechen. Se requiere vinculación en términos de cadenas productivas.
Otra área de oportunidad está en la regulación, pues si se contara con normas y leyes relacionadas con el upcycling, más empresas se sumarían a este esfuerzo por reducir los desperdicios y las emisiones contaminantes.
Industria cosmética, el reto de reducir la huella de carbono
La industria de la belleza y el cuidado personal ha sido una de las más activas en temas de sostenibilidad. A pesar de su complejidad y de la cantidad de productos y procesos de producción que maneja, busca abordar el problema a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos.
No se conoce con certeza el impacto ambiental de la industria de la belleza. Sin embargo, se calcula que el uso de 1 kg de manteca de karité para productos cosméticos tiene una huella de carbono de 10,374 kg de CO2 equivalente. El 75% de esto se debe a su proceso tradicional de extracción, que implica la quema de leña u otros combustibles, de acuerdo con la Asociación Vida Sana, promotora del consumo responsable.
El gasto energético del proceso de formulación y saponificación de una barra de jabón emite aproximadamente 700 kg de CO2. Además, a eso se suman las emisiones de los fertilizantes usados en los cultivos, de los que se obtiene el aceite para elaborar el jabón.
De acuerdo con Vida Sana, el transporte es otra actividad que suma contaminantes a la cadena de belleza y cuidado personal. Esto sin contar la cantidad de agua que se emplea en los procesos de producción. Y no sólo eso, sino también las sustancias que van a dar al desagüe con el uso de champú, gel de ducha, y otros productos de higiene.
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El papel de los consumidores en la reducción de emisiones es clave. En este sentido, la Asociación recomienda adquirir productos que fomenten el cultivo ecológico de materias primas, usen procesos de producción sostenibles y cuenten con un empaque mínimo o ecológico.
Mariana Yamamoto, de Chemyunion, confirma que los consumidores ahora están mucho más conscientes de los problemas ambientales. Y es por eso que están buscando productos que no sólo sean buenos para ellos, sino también para el ambiente. Un escenario que representa un reto para las marcas.
Consumidores van por marcas sostenibles
La fecha fatal para tratar de evitar el calentamiento global sigue sin variar. Para 2030, la temperatura del planeta se debe mantener por debajo de 1.5 ºC respecto de los niveles preindustriales si se quiere asegurar el futuro del planeta. La única y urgente solución es disminuir las emisiones globales de CO2 en 45% en los próximos siete años y llegar al cero neto para 2050.
Con una temperatura global actual de 1.2 ºC, los expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU prevén que se podría alcanzar 1.5 ºC en los próximos 20 años. La razón es que la mayoría de los países no cuentan con políticas contra el cambio climático.
Ante la indiferencia de los gobiernos, diversas empresas de todos los sectores industriales están impulsando acciones para reducir su impacto ambiental. El problema es que, de acuerdo con Euromonitor, a nivel global sólo 19% de las empresas tiene una estrategia clara de carbono cero neto.
En la actualidad, el cero neto está en la visión de muchas empresas, incluso, el 57% de los profesionales globales planea desarrollar productos con claims de carbono neutral. Entre 2020 y 2021, en el mundo aumentó 38% el lanzamiento de productos con declaraciones de carbono neutral/reducidas en carbono; pero todavía los esfuerzos son limitados.
Ante esta realidad, sigue creciendo la conciencia ambiental de los consumidores. A nivel mundial dos tercios de ellos declaran estar preocupados por el cambio climático, y a pesar de la incertidumbre económica, están dispuestos a actuar para reducir su impacto ambiental, según la encuesta Voice of the Consumer: Sustainability Survey, de Euromonitor.
Incluso, el 34% no tendría problema en comprar productos reutilizados y de segunda mano. Por lo que el informe de Euromonitor advierte que las marcas que ayuden a sus clientes a adoptar un estilo de vida sostenible estarán mejor posicionadas. En este contexto, la belleza upcycled tiene ante sí grandes oportunidades de consolidarse en el mercado.