La belleza inclusiva es algo más que un concepto, es un esfuerzo de la industria cosmética por reconocer, dar cabida y promover estándares físicos más diversos e inclusivos. En la medida que así lo hace, ayuda a erradicar aquellos estereotipos que alientan la discriminación por la complexión corporal, el color de piel o el tipo de cabello.
Detrás de la tan sonada idea de que ‘la belleza cuesta’, hay mucho más que la cantidad de dinero o esfuerzo que se invierte en conseguirla. Con estándares de belleza prácticamente inalcanzables para la mayoría de las personas, la insatisfacción por la apariencia puede impactar la salud y hasta el empleo de las personas.
A partir de 2004, cuando Dove lanzó la campaña Belleza Real (Real Beauty), los esfuerzos por cambiar los ideales tóxicos o dañinos de belleza se han multiplicado. En los últimos años, el concepto de belleza inclusiva —también denominado belleza positiva, belleza real o nuevas bellezas— ha pugnado por una belleza que satisfaga a todos sin importar sexo, edad, tono de piel, religión, raza o capacidades.
Una de las marcas que se ha vuelto un referente de la belleza inclusiva ha sido Fenty Beauty. Creada por la cantante Rihanna, en 2017 la marca sorprendió con el lanzamiento de más de 40 tonos de base de maquillaje, algo nunca antes visto en la industria. Gracias a la amplia gama de colores, muchas mujeres encontraron al fin el tono adecuado para su piel.
Si bien Dove comenzó a cuestionar los estándares de belleza tradicionales, el impacto de Fenty Beauty significó el auge del concepto de belleza inclusiva en la industria.
A decir de Jorge García Villanueva, académico de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), y especialista en estudios de género, el concepto de belleza inclusiva es una de las aportaciones del feminismo. Y aunque no tiene muchos años de historia, ya se está extendiendo también a los hombres.
“Al igual que con las mujeres, los hombres también estamos sujetos al cumplimiento de ciertos estereotipos. Un ejemplo son los hombres musculosos, que son atractivos frente a hombres que no están en forma o tienen obesidad. Se genera una especie de categorización de quién tiene más valor o mayor hombría”, comenta.
El arraigo de esos estándares de belleza es multifactorial, pues tiene raíces históricas y culturales. Y también es un efecto de la globalización al propagar esos estereotipos mediante películas, telenovelas, publicidad y redes sociales, según explica García Villanueva.
Ideales de belleza tóxicos socavan salud y economía
Una vez más, como pionera en el tema, en 2019 Dove realizó el estudio El costo real de los ideales de belleza en Estados Unidos. El objetivo fue conocer los costos asociados a esos modelos dañinos o inalcanzables, que llevan a las personas a experimentar la insatisfacción corporal y la discriminación basada en la apariencia.
Cabe recordar que en 2004 la marca lanzó el Proyecto Dove para la Autoestima a fin de “construir un mundo donde la belleza sea una fuente de confianza, no de ansiedad”. El propósito de la iniciativa ha sido ayudar a las personas a “desarrollar una relación positiva con su aspecto para que puedan desarrollar todo su potencial”.
En aquel año la marca también efectuó el primer estudio sobre belleza real, el cual reveló que sólo 2% de las mujeres estaban a gusto con su cuerpo y apariencia. El informe de 2019, por su parte, dejó al descubierto que más de 45 millones de personas en Estados Unidos experimentaron insatisfacción corporal. Mientras que 66 millones vivieron discriminación por la apariencia (Tabla 1).
De ese universo, 63% son mujeres y niñas. Este rechazo social y de sí mismas puede llevar a padecer depresión, ansiedad, autolesiones, abuso de sustancias, e incluso suicidio. También son personas en riesgo de recibir atención médica deficiente, ser encarcelados o registrar mortandad prematura, por mencionar algunos casos.
Problema Consecuencias Costo económico
(millones de dólares)Insatisfacción corporal Se define como una actitud negativa severa y persistente hacia la propia apariencia física.
Costo económico: el problema representa 84,000 millones de dólares (mdd) en sistemas de salud, gobierno, empleador, familia, entre otros.
Pérdida de bienestar: el costo asciende a 221,000 mdd por concepto depresión, ansiedad, intentos de suicidio, tabaquismo, trastornos alimentarios, abuso de alcohol y drogas. 305,000 Discriminación basada en la apariencia Se refiere sobre todo a la complexión corporal, el tono de piel y la forma del cabello.
Costo económico: el problema representa 269,000 mdd por sistemas de salud, mercado laboral, entre otras cuestiones. Pérdida de bienestar: el costo asciende a 233,000 mdd por ansiedad, depresión, abuso de drogas, tabaquismo, hipertensión, entre otros.
Discriminación por peso corporal: afectó a 34 millones de personas, y representó costos por 206,000 mdd.
Discriminación por color de piel: afectó a 23 millones de personas, y representó costos por 63,000 mdd.
Discriminación por cabello natural: afectó a 5 millones de personas, sobre todo a mujeres negras, quienes fueron 3,4 veces más propensas a ser percibidas como “poco profesionales” por el cabello, en comparación con las mujeres no negras. 501,000
“Sabemos desde hace mucho tiempo que los ideales de belleza estrechos y sesgados pueden ser dañinos. En especial para la autoestima y el concepto que tienen de sí mismas las niñas. Esos ideales tienen el riesgo de conducir a trastornos alimentarios u otras afecciones mentales graves”, advirtió Bryn Austin, director y fundador de la Iniciativa de Capacitación Estratégica para la Prevención de los Trastornos Alimenticios (Striped), quien participó en el estudio de Dove.
Pérdida de bienestar, el fondo del problema
De acuerdo con el estudio de Dove, el ideal de belleza más aceptado entre los estadounidenses se asocia con los estándares blancos. Estos son reforzados por los medios de comunicación, el cine, la familia y otros canales socioculturales.
Sin embargo, las afecciones mentales que generan los estándares de belleza tóxicos desencadenan una serie de problemas. Entre ellos, aumento en los costos de los sistemas de salud, disminución en la productividad laboral, pérdidas para el empleador y la familia, así como otros costos sociales e individuales.
“La forma como las personas se sienten respecto a sus cuerpos ya no puede considerarse un problema superficial. Hoy estamos viendo el efecto devastador de los estrictos estándares de belleza y el sesgo basado en la apariencia”, destaca Alessandro Manfredi, director de Marketing de Dove.
En opinión de Jorge García (coautor del artículo Estereotipos de belleza: un análisis desde la perspectiva de género), el que una persona tenga un autoconcepto empobrecido o bastante agresivo hacia sí mismo, puede desarrollar comportamientos patológicos, incluso llegar al suicidio por no encajar socialmente.
Sin duda, es un problema de salud pública porque todas las personas, sobre todo mujeres, están expuestas a esos estereotipos de belleza dañinos. Son cualidades falsas que las llevan a pensar que no son valiosas. En personas más jóvenes, el impacto es mayor.
“Los trastornos de la alimentación, ansiedad o depresión, por ejemplo, son problemas de salud pública que impactan directamente en la productividad de las personas. Alguien deprimido no está con la capacidad al 100% de dedicarse a sus actividades productivas, comparado con alguien que está mentalmente sano”, detalla Jorge García.
En los últimos 20 años, los desórdenes alimentarios aumentaron 300% en México, según la Secretaría de Salud. Cada año se atienden 22,000 casos, principalmente en jóvenes de entre 13 y 18 años. Los trastornos más comunes son anorexia, bulimia y comer compulsivamente. Esto afecta a nueve mujeres por cada hombre.
Respecto a la discriminación, en la Consulta Infantil y Juvenil 2021, organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), el 60% de los participantes dijo haber sentido discriminación por su edad, peso, estatura, color de piel, orientación sexual, religión y género (ser mujer).
Marcas de belleza abrazan la diversidad e inclusión
Para Jorge García, cambiar los estereotipos de belleza que han predominado históricamente no es una tarea sencilla. Sin embargo, considera que todos los esfuerzos son importantes, aunque la educación en casa, y sobre todo en la escuela, son fundamentales. “Es importante educarnos para respetar a las personas por su condición de personas, y no por el aspecto que tengan”, afirma.
En los últimos años, diversos países han abonado a ese cambio que se requiere. Noruega y Francia, por ejemplo, aprobaron leyes para restringir el uso de filtros en redes sociales, cuyo abuso para simular rostros o cuerpos casi perfectos estaba generando problemas de salud mental, sobre todo entre adolescentes.
Las marcas de cosméticos gradualmente impulsan conceptos de belleza inclusiva con productos y campañas para un universo más amplio de consumidores. Hoy casi todas las marcas reconocidas tienen campañas o productos inclusivos.
CoverGirl
En 2017, CoverGirl lanzó la campaña I am what i make up (Soy lo que hago con mi maquillaje) para decir que el maquillarse es una herramienta de expresión personal y que cada individuo tiene el poder de definir su propia belleza. Además, introdujo productos para todos los gustos y con tonos para todo tipo de piel.
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Los embajadores de la marca fueron las atletas Massy Arias y Shelina Moreda, la modelo Maye Musk de 75 años y la actriz Issa Rae. También se sumó la bloguera musulmana, Nura Afia. En conjunto representan la belleza inclusiva en términos de edad, origen étnico y ocupación.
L’Oréal Paris
L’Oréal Paris también ha creado diversas campañas sobre belleza inclusiva. Una de ellas fue Your skin, your story (Tu piel, tu historia), que en 2017 acompañó el lanzamiento de la base de maquillaje True Match y sus 33 tonos. La campaña resaltó la diversidad étnica y cultural. El mensaje central era la belleza para todos, y la idea de sentirse cómodo en la propia piel.
Dove
Dove, además de los estudios que ha realizado, también ha creado campañas de belleza inclusiva. En 2013 lanzó Real beauty sketches (Bocetos de belleza real) para saber cómo perciben las mujeres su propia belleza. En 2016 presentó My beauty, my say (Mi belleza, mi decisión), que alentó a las mujeres a definir su propia belleza.
Otras marcas como MAC Cosmetics, NARS, Coty, Sephora, Maybelline, Estée Lauder o Glossier han impulsado campañas de belleza inclusiva. El objetivo esencial ha sido promover la representación de personas de diferentes etnias, géneros y tallas. Además, algunas están diseñando productos para personas con alguna discapacidad.
Degree
Unilever es una de las compañías que ha incluido no sólo a diferentes tipos, tamaños y géneros de personas, sino a quienes viven con alguna limitación física. En 2021 lanzó el primer prototipo de desodorante inclusivo: Degree Inclusive. Está diseñado para personas con discapacidad visual y motora de las extremidades superiores. Contó con la opinión de 200 personas con capacidades diferentes para conocer sus necesidades.
Las propuestas de belleza inclusiva de la compañía también apuestan por desaparecer conceptos o palabras que discriminan. En 2021 eliminó la palabra ‘normal’ de envases y publicidad al encontrar que tenía un impacto negativo en las personas. Al mismo tiempo, determinó no modificar con herramientas digitales la forma de cuerpo, tamaño, proporción o color de piel de las modelos que aparecían en su publicidad.
Olay
En 2021 también Olay, la marca de P&G, presentó una tapa de fácil apertura para personas con discapacidad en las extremidades superiores. Este diseño no fue patentado para que toda la industria de la belleza pudiera utilizarlo. El compromiso de P&G para 2025 es que todas sus marcas utilicen empaques más accesibles para personas con capacidades diferentes.
L’Oréal
A principios de 2023 L’Oréal presentó el dispositivo Hapta para ayudar a las personas con limitaciones de movimiento en brazos y manos a aplicar el lápiz labial. Su tecnología mejora la precisión de los movimientos y permite al usuario configurar intuitivamente la posición del labial cuantas veces lo requiera.
Estée Lauder
Estée Lauder desarrolló la aplicación Voice-Enabled Makeup Assistant para usuarios con discapacidad visual. Se basa en inteligencia artificial para ayudar a las personas a maquillarse. También la coreana Amorepacific diseñó etiquetas en braille para que los consumidores con discapacidad visual pudieran identificar productos de cuidado corporal y capilar.
Sociedad e industria deben impulsar el cambio
Hoy se puede decir que la diversidad y la inclusión ya no sólo son una necesidad de la industria de la belleza, sino también una tendencia de mercado. Con los consumidores cada vez más informados, quien no esté abordo, quedará fuera de competencia. Aun así, la sociedad actual está todavía lejos de cambiar los dañinos ideales de belleza, este es sólo un primer paso (Tabla 2).
Gobierno Proveedores de educación y salud Industria y medios Implementar intervenciones que estén respaldadas por una sólida evidencia.
Evaluar las intervenciones a lo largo del tiempo para garantizar su vigencia y efectividad.
Mejorar la recopilación de datos sobre la prevalencia y los impactos de la insatisfacción corporal y la discriminación basada en la apariencia.
Ampliar el estatuto contra la discriminación para prohibir la discriminación basada en el peso, la altura, el tono de la piel y el tipo de cabello.Mejorar la capacitación de los profesionales de la salud y educación para mitigar los sesgos en la prestación de servicios.Implementar revisiones de equipo, asientos, ropa, etc. para garantizar que incluyan todos los tamaños de cuerpo.
Asegurarse de que los dispositivos médicos sean efectivos para todos los tonos de piel. Y que la formación en dermatología abarque todos los tonos de piel.
Enseñar en las escuelas lecciones de imagen corporal basadas en evidencia y tener políticas explícitas contra el acoso escolar que aborden la discriminación basada en la apariencia. Detener la distorsión digital y promover la diversidad de apariencia en la publicidad.
Asegurar de que haya una variedad de creadores detrás de cámaras.
Educar a los menores, especialmente con la alfabetización en redes sociales para crear espacios digitales más seguros.
Desarrollar productos que satisfagan las necesidades de higiene y cuidado personal que no refuercen ideales de belleza nocivos.
Avanzar en las políticas de redes sociales para crear espacios digitales más seguros.
“Debemos tener presente que la apreciación de la belleza se tiene que estudiar y retomar desde diferentes perspectivas y con diferentes profesionales. Esto para que podamos entender por dónde ir cambiando para que seamos capaces de apreciar la belleza de las personas en conjunto y no reducirla sólo a su aspecto. Y así ir transitando hacia una sociedad donde las personas se sientan seguras de sí mismas”, afirma Jorge García Villanueva.