En México, un sector que forma parte de la industria cosmética y de cuidado personal son las maquiladoras. Se trata de compañías especializadas en brindar a terceros un servicio parcial o integral en la fabricación de productos de consumo final.
Las maquiladoras están orientadas a apoyar a las marcas, sin importar su tamaño, a formular, manufacturar o empaquetar prácticamente cualquier tipo de producto cosmético o de cuidado personal. De ahí que suelen ser consideradas por quienes las contratan como un socio estratégico.
En el mercado es común utilizar indistintamente los términos maquilador o tercerizador para referirse a los servicios que presta un tercero para producir un bien. Sin embargo, aunque ambos conceptos significan casi lo mismo, lo cierto es que existen diferencias.
En el caso de la tercerización, esta ofrece servicios de subcontratación para diferentes tareas industriales. Es decir, tanto administrativas como de procesos de fabricación, y es más conocida como outsourcing. Este es quizá el principal aspecto que diferencia al tercerizador del maquilador.
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Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el sector de la maquila está conformado por 6,400 empresas de distintos sectores productivos; es responsable del 65% de las exportaciones; genera 3 millones de empleos directos; y en 2019 creó un superávit comercial de 64,000 millones de dólares.
Quiénes demandan el servicio
En la industria cosmética y de cuidado personal existen innumerables marcas que por distintos motivos necesitan del apoyo de uno o varios socios comerciales. Un apoyo que está encaminado sobre todo a cumplir con la calidad o el volumen de producción que demanda el mercado que atienden, sea este doméstico o de exportación.
Gloria Mendoza, directora general en Francobel, compañía maquiladora especializada en el sector cosmético, señala que una empresa requiere de la maquila cuando los volúmenes de fabricación son muy altos y rebasan la capacidad instalada; o bien cuando hay productos que por su tamaño y forma es preferible dárselos a un tercero para no afectar las líneas de producción centrales.
Por experiencia sabe que las empresas con grandes volúmenes de producción en la industria cosmética optan por enviar a maquilar, por ejemplo, las muestras o regalos. “Cuando estuve como gerente de planta para productos de lujo en L’Oréal, era preferible enviar a maquilar las muestras de perfume de un mililitro o los sobres de crema de cinco gramos, que distraer el equipo de producción para su fabricación. Esto mismo hacen otras compañías como Unilever o P&G”, apunta la directora.
Servicios de una maquiladora de cosméticos:
Si proporcionan el producto: – Envasado – Acondicionado |
Si no proporcionan el producto: – Investigación y desarrollo – Pruebas de calidad – Envasado – Acondicionado – Apoyo logístico – Apoyo para la exportación |
Por su parte, Lucina Rojas, directora técnica de S.S. Innova, afirma que para las empresas de venta directa es fundamental tener a una maquiladora como socio comercial. Esto les permite enfocarse en el negocio principal que son las ventas, por lo que forzosamente buscan socios que les ayuden a la creación y fabricación de los productos.
Considera que el éxito de la marca, de alguna manera también, es el éxito del maquilador. “Una maquiladora es fundamental para el proceso logístico de una compañía y el manejo de sus marcas. Nosotros no nos vemos como proveedores o maquiladores, sino como socios comerciales de nuestros clientes”, asegura Lucina Rojas.
Agrega que las pequeñas empresas que no tienen la capacidad instalada para producir determinado artículo o no tienen el personal suficiente, también recurren a la contratación de un maquilador. Mientras que los emprendedores o quienes se inician en el sector, usualmente demandan al 100% el servicio de maquila.
Ventajas de maquilar cosméticos
Las empresas maquiladoras ofrecen varios servicios, sin embargo, las dos especialistas coinciden en que el más común es el envasado y acondicionado de los productos. Los dueños de las marcas proporcionan el granel para ser envasado, etiquetado, empacado y enviado a los centros de distribución.
También ofrecen desarrollo de producto y fabricación de acuerdo con las necesidades del cliente, para ello deben contar con equipo técnico y personal experimentado. La ingeniera Gloria Mendoza comenta que las maquiladoras se han especializado y ofrecen soluciones a la medida de cada empresa. En el caso de Francobel, hoy en día atiende a más de 80 firmas de distintos tamaños del sector cosmético.
“Nosotros hemos invertido en equipo de última generación. Contamos con tanques de fabricación que son reactores y tenemos todo lo necesario para hacer una crema de calidad internacional. Grandes empresas nos han contratado para hacer su primer lote y enviarlo a otros países. Esto lo hacen porque contamos con el mismo equipo que ellos”, destaca la directora.
Por su parte, la ingeniera Lucina Rojas afirma que el fuerte de S.S. Innova es la innovación y desarrollo productos. Cuentan con la infraestructura técnica y humana para desarrollar todo tipo de productos cosméticos y de tocador. Entre sus principales clientes están Zermat, Fraiche y Aplof Tattoo.
“Nuestro cliente nos da la idea que desea y qué espera del producto a desarrollar, si lo quiere en tarro, botella o tubo flexible, etc. Nosotros hacemos lotes piloto hasta obtener la fórmula más cercana a lo que quiere el cliente. Si este lo aprueba, se realizan los test de estabilidad, microbiológicos y físicoquímicos para garantizar la calidad”, precisa.
Las compañías que producen a través de un tercero tienen la ventaja de recibir productos con alto valor agregado. No sólo por la tecnología que utiliza el maquilador, sino también por las Buenas Prácticas de Manufactura que implementa. Para el maquilador la utilidad está en el volumen de producción. Por ejemplo, puede fabricar 100,000 sachets y obtener una utilidad de entre 8 y 10%, máximo.
Por otro lado, las estrategias de un maquilador para ser competitivo son múltiples. En el caso de Francobel, la ingeniera Gloria Mendoza, apunta: “Nosotros podemos comprar mucha materia prima, sobre todo los commodities que van en casi todas las fórmulas, para atender a varios clientes. Por volumen se obtiene un mejor precio, por lo que resulta económicamente conveniente tanto para los dueños de las marcas como para los maquiladores”.
Perfil de una maquiladora competitiva
A decir de las entrevistadas, las empresas pueden mandar a maquilar desde el 5% hasta el 100% de su producción. La ingeniera Lucina Rojas comenta que incluso uno de sus clientes asegura que maquilar su producción reduce a la mitad los gastos; sin embargo, la estimación puede variar según el caso.
Tanto Lucina Rojas como Gloria Mendoza están de acuerdo en que una buena maquiladora es un aliado estratégico cuando de exportación se trata. La mayoría cuenta con certificados que avalan su calidad. La representante de Francobel asegura que su empresa tiene certificaciones ISO y de BPM respaldados por la Food and Drug Administration (FDA). “Nosotros podemos exportar a cualquier parte del mundo, de hecho nuestros productos llegan a más de 40 países”, afirma.
Las maquiladoras también deben ofrecer un apoyo en la logística de sus socios, por lo que trabajan bajo los lineamientos de tiempo y forma. “Hacemos juntas de planeación con los clientes para determinar la fecha en que necesitan sus productos y la cantidad”, dice la ingeniera Mendoza.
En tanto, la ingeniera Lucina Rojas comenta que 60% de sus socios son empresas grandes y 40% Pymes. Uno de sus clientes principales se dedica a la venta directa y maquila el 70% de su producción. De acuerdo con su experiencia, los productos que tienden a tercerizar las empresas son aquellos más difíciles de elaborar. Principalmente porque no tienen la tecnología ni el personal, o porque prefieren centrarse en las líneas primordiales.
Por último, considera que si bien existe mucha competencia en el sector, una buena maquiladora debe contar con las certificaciones necesarias como las ISO, BPM y ambientales para proveer excelente calidad. A lo anterior se suma la tecnología de punta y el personal capacitado para apoyar al cliente a colocar sus productos en los mercados nacionales o internacionales.
Así, una maquiladora para ser competitiva en el sector cosmético debe contar con una infraestructura robusta, por ejemplo, con laboratorios, almacenes y áreas de producción en excelentes condiciones. Los equipos deben estar verificados y autorizados, así como implementar controles de calidad. Por consiguiente, las inversiones son constantes para dar el mejor servicio a los socios de negocios.
quisiera que mi marca tenga tus productos de maquillaje, gracias