Cada vez hay más ejemplos del impacto que el cambio climático provocará en la operación de las empresas de la industria química, pero ¿Realmente están preparadas para las amenazas futuras?
La consultora especializada en investigación de mercados y asesoría para mitigación de riesgos, Lux Research, publicó un estudio para alentar a las empresas del sector químico a prepararse para el inminente impacto que el cambio climático tendrá en sus negocios a corto y largo plazos.
La temperatura promedio del planeta ya está más de 1°C por encima del período preindustrial (1850-1900), y así continuará al menos por los próximos cinco años, según el último reporte de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Aunque la desaceleración industrial causada por la pandemia de COVID-19 redujo las emisiones contaminantes, no ha sido suficiente para disminuir el calentamiento global.
Los efectos de estas temperaturas indican que ciertas regiones del planeta vivirán períodos más cálidos, mientras que otras de latitudes altas serán más húmedas. Es probable que el norte y el este de América del Sur sean más secos, y que Europa Occidental registre más tormentas de aquí a 2024.
El informe ‘In the Path of Destruction: Preparing for Climate Change in the Chemical Industry’, de Lux Research, advierte que el aumento de los niveles de CO2 de fuentes artificiales amplificará los peligros relacionados con el clima. Esto provocará tormentas costeras más frecuentes e intensas, inundaciones, sequías, y cambios de temperatura drásticos.
En 2018 se registró un período de sequía prolongado en Alemania, país donde cerca del 80% de la carga se transporta por el río Rin, que comienza en Suiza y termina en el Mar del Norte.
La sequía afectó el flujo de carga, y la empresa química BASF, por ejemplo, se vio obligada a cerrar su planta de Ludwigshafen por un tiempo, lo que le costó más de 200 millones de euros. Este hecho obligó a la compañía a diseñar modos de transporte alternativos.
El informe asegura que “La interrupción de la producción y distribución de sustancias químicas se verá agravada por un aumento de las tormentas extremas asociadas con el cambio en el clima durante los próximos 50 años. Estos peligros no sólo afectarán las operaciones diarias, sino también podrían alterar el statu quo de dónde y cómo se producen los químicos”.
Los autores del análisis alertan a las empresas para que se preparen con estrategias de adaptación para mitigar el riesgo y garantizar la supervivencia de sus negocios a largo plazo.
Acciones recomendadas
No todas las empresas de la industria química esperan un impacto grave por el cambio climático en sus negocios o los de sus proveedores durante la siguiente década; pero todas deben tomarse en serio el riesgo climático y planificar desde ahora los desafíos que se avecinan.
“Los clientes querrán trabajar con empresas que reconozcan y trabajen de manera proactiva para reducir el riesgo. Los cambios más importantes tomarán tiempo en desarrollarse, por lo que comenzar cuando el riesgo sea inminente puede ser demasiado poco y demasiado tarde”, destaca el informe.
Por consiguiente, lo primero que debe hacerse es identificar el nivel de riesgo de la empresa. Se aconseja comenzar a invertir desde ahora para evitar los peores impactos en el largo plazo.
Entre las recomendaciones, destacan:
- Destinar recursos a la adquisición de nuevas tecnologías de producción.
- Modificar el enfoque del negocio.
- Cambiar la ubicación de las instalaciones en caso de un riesgo alto.
- Revisar y realizar cambios en la cadena de suministros para reducir el riesgo en la distribución y en la proveeduría de materias primas.
El informe de Lux Research señala que las vulnerabilidades de la cadena de suministro y la logística abarcan desde el aumento en los costos de las materias primas, hasta la interrupción del transporte y los cambios en las demandas posteriores.
Aunque las empresas tienen un control mínimo sobre la infraestructura y los servicios públicos, lo que sí pueden determinar es qué producir, las operaciones propias del negocio y la cadena de proveedores.
Las herramientas digitales pueden ayudar a las empresas a monitorear y mejorar sus cadenas de suministro. Esto les permitirá emplear pronósticos avanzados para predecir posibles interrupciones por eventos relacionados con el clima.
A mediano plazo, los impactos del cambio climático se sentirán cada vez más. Los actores intermedios exigirán una mayor transparencia en sus cadenas de suministro para comenzar a evaluar el riesgo de los proveedores. Las empresas que tomen medidas para desarrollar la resiliencia y anticipar las necesidades del mercado comenzarán a adelantarse a sus competidores.
Estrategias decisivas
En suma, es posible que tarde o temprano un número importante de empresas químicas enfrenten una exposición al riesgo —de moderado a severo— en sus operaciones o cadena de suministro. Por lo tanto, las organizaciones deben seguir un plan para prepararse ante los efectos futuros:
Paso 1 Identificación de peligros Paso 2 Análisis de consecuencias Paso 3 Determinación de riesgos Paso 4 Formar un plan de resiliencia
Lux Research afirma que las empresas que se preparen a mediano plazo, esto es, de dos a ocho años, se adelantarán a sus competidores. Para las compañías visionarias, recomienda lo siguiente:
Aumentar el presupuesto de gestión de riesgos para operaciones vulnerables a medida que las tecnologías de mayor impacto estén disponibles y sean necesarias. Desarrollar resiliencia en la cadena de suministro, señalando a los proveedores riesgosos. Comunicar los esfuerzos de gestión de riesgos a los clientes. Destinar inversiones para prepararse ante más impactos disruptivos y cambios por venir.
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